Maite Orsini es una reconocida actriz nacional, pero desde hace algunos años, más precisamente desde 2017, la intérprete ha hecho un vuelco en su vida tras acercarse a la política cuando se postuló como candidata a diputada por Revolución Democrática (RD) en las elecciones parlamentarias de ese año.
A partir de entonces, la figura de Maite Orsini adquirió otra notoriedad y su exposición pública, al estar involucrada de lleno en la política, despertó diferentes miradas en los ciudadanos, sobre todo en quienes no piensan como ella, algo que padeció la diputada y también su madre, la cantante Maite Pascal.
La intolerancia
Recientemente, la madre de Maite Orsini estuvo como invitada en el programa “Televidentes en la hora” y allí relató un desagradable momento que vivió con la actual parlamentaria a raíz de su incursión en la política. “Lo hemos vivido, de ir a comer a un restaurant y que la gente se acerque a decirle pesadeces, o que nos griten caminando por la playa”, reveló Maite Pascal.
En ese sentido, la cantante comentó que cuando suceden este tipo de situaciones Maite Orsini “se va un poquito para dentro”. “Siempre como que me dice 'mamá, cuídame, vamos a llegar a este lugar y no vaya a ser que vaya a haber mala onda”, añadió Maite Pascal, quien opinó que para ella la sociedad está “un poquito polarizada”, añadiendo que hay lugares en donde hay gente a la que le molesta la sola presencia de su hija.
"Hay gente que piensa que hay lugares exclusivos para la gente de derecha".
“En la época de la revuelta social, un día (Maite Orsini) me fue a ver y nos fuimos a tomar algo en un restaurante en Zapallar, y a algunos no les gustó. De repente, te empiezas a dar cuenta que todavía hay gente que piensa que hay lugares que son exclusivos para gente de derecha, o para gente de cierta condición social o política, y resulta que consideraron que nosotros no teníamos por qué estar ahí", comentó Maite Pascal.
Tras este hecho, la artista reveló que se tuvieron que ir del lugar “asustadas” por temor a que la situación pasara a mayores ya que parecía que “la gente de izquierda no podía estar en el restaurante César de Zapallar, que es solamente para gente de derecha”. “Hay un grupo de gente que sigue pensando que ellos son los dueños del universo y que el resto, no tenemos derecho a compartir con ellos”, sostuvo Maite Pascal.