Ante una situación dolorosa como lo es un golpe o una lesión muscular, el hielo es uno de los mejores aliados para tratar la dolencia en lo inmediato. Por lo cual, siempre es recomendable tener una bolsa preparada para la ocasión.
A veces, una bolsa de hielo es dura y no se adapta de la mejor manera a la zona afectada por la lesión. Por lo cual, se hace necesario tener una con el refrigerante blando bien guardada en el refrigerador.
La bolsa de hielo blando puede hacerse en simples pasos. Solo necesitarás una bolsa de cierre hermético, 200 centímetros cúbicos de agua y 50 de alcohol. Este último ingrediente es clave en la preparación, debido a que no se congela de la misma manera que el agua. Entonces, toma la forma perfecta para cubrir la zona del cuerpo que siente la molestia causada por la lesión.
Toma la forma perfecta para cubrir la zona del cuerpo que siente la molestia causada por la lesión.
La acción del hielo
El efecto del hielo es de vasoconstricción. Es decir, el frío disminuye el calibre de los vasos sanguíneos y en la zona en donde se produce una lesión, circulan modulares de la inflamación, al aplicar el refrigerante, circulan menos y así se crea un elemento antiinflamatorio.
En añadidura, el hielo tiene un efecto anestésico superficial. En pocos instantes, la aplicación del frío en la zona afectada reduce el dolor y la hinchazón que se producen en los momentos posteriores al golpe.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!