Nico Jarry se enfrentará en primera ronda del Australian Open frente al número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner. En este punto, el santiaguino ha querido destacar las enormes diferencias en el trato que existieron entre su caso de doping y en el del joven contra quien se cruzará en el primer Grand Slam del año.
Entre diciembre de 2019 y noviembre del 2020, Nico Jarry no pudo jugar por una sanción tras dar positivo por ligandrol y estanozolol, dos esteroides anabolizantes. A pesar de que la investigación demostró que el consumo fue accidental, el tenista nacional perdió todos sus puntos ATP. Si bien han pasado cinco años de aquel acontecimiento, la “Torre de Santiago” aprovechó para descargarse al respecto.
“Me hubiera gustado el mismo apoyo que tuvo él cuando me pasó a mí. Eso es algo que a mí me afecta personalmente”, le comentó Nico Jarry a “La Tercera” en una charla previa a su duelo frente a Jannik Sinner, que se dará en la madrugada de este lunes.
“Me hubiera gustado el mismo apoyo que tuvo él cuando me pasó a mí".
El caso Sinner
Jannik Sinner, siendo número uno del mundo, dio positivo en marzo del 2024 por clostebol, un esteroide anabolizante. Sin embargo, nunca dejó de jugar. La Unidad de Integridad del Tenis aceptó que se trató de un consumo accidental por contaminación a partir de unos masajes. Sin embargo, la Agencia Mundial Antidoping apeló la decisión y el italiano deberá presentarse en una audiencia en abril, en donde se enfrentará a posibles dos años de sanción.
Al de Sinner, se suma el de Iga Swiatek, la número uno del mundo del tenis en la WTA. Al igual que su par de la rama masculina, la polaca pudo seguir jugando sin inconvenientes. Por ende, está claro que Nico Jarry hubiese querido recibir este trato por parte de las autoridades.
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