Karla Melo no ha dudado en quejarse abiertamente en las redes sociales de una situación que la tiene muy indignada. Desde hace tiempo, la actriz viene compartiendo cómo está de salud después de ser diagnosticada con cáncer de mama triple negativo a principios de marzo.
Durante el último jueves, Karla Melo reconoció que recibió una llamada desde la clínica en donde se atiende. Tras ello, la intérprete hizo un duro descargo en nombre de quienes tienen padecimientos que los obligan a pasar mucho tiempo realizándose estudios.
“No es la primera vez que me pasa esto. En este proceso, cuando vas descubriendo que tienes una enfermedad y te vas haciendo exámenes y tienes que esperar los resultados, lo pasas muy mal. Hay mucha incertidumbre, las esperas son eternas. Y obviamente por tu cabeza pasa: ¿Me van a decir algo malo?”, contextualizó Karla Melo.
El último problema que ha tenido la artista tenía que ver con las formas de comunicar que tiene la clínica con la que se atiende. La persona que la llamó no le dio ningún detalle sobre el motivo por el cual los profesionales la convocaban. Esto le generó una incertidumbre enorme sobre su propia salud.
Un gran susto
“Partí histérica con mi marido. Íbamos los dos callados en el auto, no hablábamos nada. Entré y la doctora me dijo: ‘Hola, ¿cómo estás?’ Estoy como la callampa”, relató. La profesional indicó que no había encontrado ningún tumor en la resonancia, pero necesitaban ratificarlo con una ecografía.
“¿Por qué no me lo dicen por teléfono? Por qué no tienen un poquito de tino para decir: Hola, ¿sabe qué? La doctora no encuentra nada, un tumor ni nada. Entonces, quiere estar segura’. Para que uno no piense que esta hueá no está funcionando, que se ramificó todo y que se va a morir", dijo Karla Melo.
"Por qué no tienen un poquito de tino para decir: Hola, ¿sabe qué? La doctora no encuentra nada, un tumor ni nada. Entonces, quiere estar segura".
“No cuesta nada ser un poquitito más empático, un poquitito de tino, digamos, porque una viene traumada, viene de tantos exámenes. Yo salgo de la consulta, me está esperando mi marido, lo miro, me mira, le hago así (un dedo para arriba en señal de que todo está bien), y figuramos los dos abrazados, llorando en medio de la clínica. La gente debería haber pensado: ‘pobrecita, se está muriendo’. Mi pobre marido ahí expuesto, llorando”, recalcó antes de comentar que todo marcha bien con su tratamiento.
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