Las bananas se convirtieron en una de las frutas más consumidas y queridas. Además de ser fáciles de pelar y comer, son una gran fuente de potasio, fibra y vitaminas esenciales. Sin embargo, uno de los grandes inconvenientes de esta fruta es su rapidez para madurar y, en consecuencia, para descomponerse.
Según un artículo publicado por “Men’s Health” las bananas producen etileno, un gas natural que acelera su proceso de maduración. Esta sustancia no solo afecta a las propias bananas, sino también a las frutas que las rodean, como manzanas, peras o mangos, haciéndolas madurar a un ritmo mucho más rápido de lo normal.
Afortunadamente, existe un truco casero muy sencillo que permite prolongar la frescura de las bananas hasta por diez días más. La clave es mantenerlas sobre la encimera, alejadas de otras frutas, en un lugar fresco y aireado.
Además, se recomienda envolver el extremo del racimo, es decir, la parte superior donde todas se unen, con papel aluminio o, en su defecto, con vinipel (el típico plástico transparente de cocina) lo que ayuda a ralentizar la producción de etileno.
"Se recomienda envolver el extremo del racimo con papel aluminio".
Aliado indiscutible
Más allá de su conservación, las bananas son un aliado indiscutible para la salud. Su alto contenido en potasio ayuda al correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular, por lo que es habitual ver a deportistas consumirlo antes o después de entrenar.
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