Mantener una alfombra limpia no solo es una cuestión de apariencia, sino de salud. El polvo, los ácaros y hasta el moho pueden alojarse en sus fibras, provocando alergias, molestias respiratorias y malestares, especialmente en niños o personas sensibles.
Cuando se trata de eliminar manchas difíciles de la alfombra que parecen imposibles de borrar, hay un truco tan simple como ingenioso que puede marcar la diferencia: una mezcla de ingredientes que se encuentran en cualquier cocina.
Todo comienza con un poco de sal y agua con gas. Apenas se produce el accidente y aparece la mancha, lo ideal es actuar rápido y espolvorear una capa de sal sobre la zona afectada. Este paso ayuda a absorber el líquido y evita que la mancha se fije en las fibras de la alfombra.
Pasados unos minutos, se vierte un poco de agua con gas, cuya efervescencia ayuda a aflojar y descomponer la suciedad. Luego, con un paño limpio, se presiona suavemente para retirar los restos sin esparcir la mancha.
"El agua con gas ayuda a aflojar y descomponer la suciedad".
Manchas más rebeldes
Si o que se busca es un refuerzo casero para las manchas más rebeldes, el vinagre blanco también puede hacer maravillas. Al combinar partes iguales de vinagre y agua, se obtiene una solución poderosa que ayuda a eliminar restos de comida, barro y otras suciedades comunes de la alfombra.
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