Mantener el hogar limpio, y en especial la cocina, puede ser todo un desafío, sobre todo cuando se trata de combatir la grasa pegada, los malos olores o el moho que aparece en rincones difíciles. Sin embargo, la solución puede estar mucho más cerca de lo que crees, y sin necesidad de gastar de más en productos químicos.
Una de las fórmulas más efectivas y naturales que circula entre los fanáticos de los trucos caseros es la que combina tres ingredientes simples pero poderosos: cáscaras de limón, sal y bicarbonato de sodio. Por separado, cada uno tiene propiedades beneficiosas, pero al mezclarlos se transforman en una verdadera fórmula “milagrosa” para limpiar la grasa y devolver el brillo a tu cocina.
El bicarbonato de sodio es famoso por su capacidad para desincrustar la suciedad. Por su parte, la sal potencia la acción abrasiva sin dañar las superficies, ayudando a eliminar manchas de grasa y residuos. Y el limón aporta un líquido ácido con propiedades desengrasantes y blanqueadoras.
Cuando estos tres ingredientes se combinan correctamente, se obtiene una mezcla que no solo remueve grasa con facilidad en superficies como sartenes, hornos o azulejos, sino que también blanquea, elimina bacterias y combate el moho.
"También blanquea, elimina bacterias y combate el moho".
¿Cómo se prepara?
La preparación es sencilla: se licúan las cáscaras de varios limones con un poco de agua, y luego se cuela el líquido. A esa base se le añade bicarbonato, sal, un poco de jabón líquido y alcohol. Todo se mezcla bien hasta integrar y se coloca en un frasco con atomizador. Esta mezcla puede usarse para limpiar múltiples superficies con solo rociar, dejar actuar unos minutos, frotar suavemente con un paño o esponja y enjuagar.
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