El hogar es más que un lugar físico. Es un espacio emocional donde la energía que lo habita influye directamente en el bienestar de quienes lo habitan. Según el Feng Shui, el flujo del “chi” o energía vital debe mantenerse en constante movimiento para evitar la acumulación de malas energías.
Cuando estas malas energías se estancan, pueden provocar bloqueos emocionales, irritabilidad y sensación de fatiga. Por eso, incorporar un hábito tan simple como dedicar 10 minutos al día a renovar el ambiente.
El reconocido arquitecto y experto en Feng Shui, Kike Clavería, comenta que no se necesita hacer cambios drásticos para mejorar la calidad del entorno. Bastan algunas acciones diarias para limpiar el espacio de malas energías y permitir que el “chi” circule libremente.
Uno de los gestos más efectivos que propone es la ventilación diaria. Abrir puertas y ventanas al comenzar el día permite que el aire cargado de malas energías salga del hogar y dé paso a una corriente fresca y vital que renueva por completo el ambiente.
"Abrir puertas y ventanas al comenzar el día permite que el aire cargado de malas energías salga del hogar".
El orden
Otro de los grandes aliados para eliminar las malas energías del hogar es el orden. Clavería recomienda comenzar con espacios pequeños, como cajones o estantes, para avanzar hacia una organización más integral.
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