Las ventanas son uno de los elementos más expuestos de cualquier hogar, y por eso, también de los que más suciedad acumulan. Sin embargo, existe un truco casero que ganó popularidad: solo se necesitan dos ingredientes para que las ventanas vuelvan a brillar como nuevas.
Con el paso del tiempo, tanto el interior como el exterior de las ventanas desarrollan una base opaca de suciedad difícil de eliminar. Esta capa no solo impide el paso de la luz natural, sino que también da una apariencia descuidada a cualquier espacio.
Pero según la experta en estilo de vida Kate Shields, el secreto para una limpieza impecable está al alcance de todos: agua y vinagre blanco. Esta sencilla combinación puede eliminar marcas, huellas y residuos sin dañar el vidrio de las ventanas.
La limpieza efectiva de las ventanas comienza con una preparación adecuada. Al mezclar agua con vinagre blanco en un rociador, se obtiene una solución capaz de disolver la suciedad adherida a la superficie. Una vez aplicada, basta con usar un limpiacristales en movimientos verticales y un poco de papel periódico para dejar los vidrios secos y sin rayas.
"La limpieza efectiva de las ventanas comienza con una preparación adecuada".
Los marcos
Pero el proceso no termina en los cristales. Para que las ventanas realmente luzcan como nuevas, también se deben repasar los marcos con un paño húmedo, retirando el polvo acumulado.
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