El curanto es una de las preparaciones más tradicionales de la gastronomía nacional. Aunque muchos prefieren cocinarlo en un hoyo cavado en la tierra con piedras calientes, existe una versión mucho más simple para prepararlo: sin duda es un platillo para los fanáticos de los mariscos, carnes y papas. ¡Pon manos a la obra!
Para preparar un curanto en olla en tu cocina, necesitas mariscos frescos, pollo, costillar de cerdo y longanizas. Además, el plato incluye los famosos milcaos y chapaleles, que son tortas de papa. Estos acompañamientos son fundamentales para darle un toque especial a este manjar al que nadie puede resistirse.
La preparación es sencilla: coloca primero los mariscos en la base de una olla grande. Sobre ellos, añade las carnes, papas y longanizas, y finalmente los milcaos y chapaleles. Luego, agrega un toque de vino blanco para realzar los sabores. Cubre todo con hojas de repollo, lo que ayudará a mantener el vapor y cocer los ingredientes de manera uniforme.
El curanto en olla debe cocinarse a fuego lento durante al menos dos horas. Este es el tiempo ideal para que los sabores se combinen a la perfección y todo quede bien cocido. El resultado te sorprenderá, con su combinación de mar y tierra, en un plato tradicional que no pasa de moda.
Sirve el curanto en una fuente grande y coloca encima de los mariscos y carnes con papas, milcaos y chapaleles algunos ramos de cilantro fresco, que le otorgarán un toque aún más único a este manjar. ¡A disfrutar!
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