Mantener el aire acondicionado limpio es fundamental para su buen funcionamiento y para evitar problemas de salud relacionados con la acumulación de polvo y moho. Lo mejor de todo es puedes hacerlo tú mismo, de manera económica y utilizando productos naturales que seguro tienes en casa.
Para la limpieza del aire acondicionado, el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio te vendrán de maravilla. El primer paso desconectar el equipo por seguridad para retirar los filtros, que son las piezas que más suciedad acumulan.
Sumérgelos en una mezcla de agua tibia y vinagre blanco o bicarbonato durante al menos media hora. Si notas que están muy sucios, frota con un cepillo suave para eliminar los residuos. Asegúrate de dejarlos secar completamente antes de volver a colocarlos.
Las aletas y rejillas, donde también se acumula polvo, puedes limpiarlos fácilmente con un atomizador. Rocía una solución de agua y vinagre y limpia con un paño seco. Si tienes una aspiradora, úsala para retirar el exceso de suciedad en estas zonas del aire acondicionado.
También debes revisar el tubo de drenaje para asegurarte de que no esté obstruido, ya que esto puede generar goteos o malos olores. Para el exterior del aparato, basta con un paño húmedo y jabón líquido suave para quitar el polvo y las manchas superficiales.
Se sugiere realizar esta limpieza del aire acondicionado cada dos o tres meses, ya que garantiza un mejor rendimiento, alargando su vida útil. Además, evita el uso de productos químicos agresivos que podrían dañar los componentes internos.
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