El arroz es uno de los grandes protagonistas en la cocina. Sin embargo, aunque su preparación parece sencilla, obtener un arroz perfecto sigue siendo un reto para muchos. Afortunadamente, los expertos revelaron un truco tan simple como efectivo que puede cambiar por completo el resultado: añadir vinagre al agua de cocción.
Si bien a primera vista parece un gesto mínimo, esta técnica encierra un poder transformador. Gracias a su contenido de ácido acético, el vinagre modifica la estructura del almidón que libera el arroz durante la cocción. Esto significa que ayuda a evitar que los granos se peguen entre sí, logrando una textura más suelta y ligera.
Además, el vinagre actúa como un conservante natural. Al disminuir el pH del arroz cocido, crea un entorno menos favorable para la proliferación de bacterias, lo que prolonga su vida útil sin necesidad de añadir productos artificiales.
Otra recomendación de los expertos es lavar el arroz antes de cocinarlo. Este paso permite eliminar el exceso de almidón que se adhiere a los granos. Al enjuagarlo con agua hasta que salga transparente, se logra una cocción más uniforme y una textura más agradable.
"Se logra una cocción más uniforme y una textura más agradable".
Un plato impecable
Así, con un chorrito de vinagre, y un lavado previo y adecuado del arroz, es posible transformar esta preparación cotidiana en un plato impecable.
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