A lo largo de los últimos años, las semillas de calabaza se han ido ganando un lugar importante como un ingrediente vital en toda alimentación saludable. Esto gracias a sus nutrientes esenciales que, con consumo regular, le traen múltiples beneficios al organismo.
De acuerdo a un análisis que se ha llevado a cabo en la Cleveland Clinic, las semillas de calabaza son ricas en grasas saludables, fibra y proteínas, además de aportarle al organismo una variedad importante de vitaminas y minerales esenciales.
Como algunos de sus nutrientes más destacados están el magnesio, el zinc y los ácidos grasos insaturados. Todos ellos están vinculados al cuidado de la salud cardiovascular, la regulación de la presión arterial y el control de los niveles de azúcar en sangre.
Asimismo, las semillas de calabaza tienen un alto contenido de proteínas de origen vegetal, lo que las convierte en una opción importante para quienes buscan una dieta equilibrada y variada. En añadidura, sus compuestos antioxidantes pueden prevenir ciertos tipos de padecimientos oncológicos.
¿Cómo incluirlas en la dieta?
Las semillas de calabaza son muy versátiles y se pueden añadir en la alimentación de diferentes maneras. En tostadas, como snack, agregadas a ensaladas, en licuados o smoothies, como topping en sopas o cremas, en forma de manteca o pasta, en panes, galletas o barritas, molidas o añadidas a salsas y rellenos.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!