Luego de pasar seis días en un islote frente a la región de Coquimbo, seis pescadores fueron rescatados tras naufragar en una zona repleta de grandes rocas.
Con destino hacia las costas de Caldera, el pasado 6 de julio, los pescadores, que en principio eran ocho, zarparon en el navío Don Claudio desde las costas de Coquimbo y siguieron rumbo al norte.
Todo iba sin problemas hasta que durante la noche del día siguiente, el 7 de julio, en una zona plagada de rocas, el navío impactó contra el roquerío de tal manera que produjo un encallamiento en el lugar.
Las razones que derivaron en el choque del navío contra las rocas aún son desconocidas y están siendo investigadas.
Tras el impacto y el consecuente encallamiento, los pescadores tuvieron que sacar el bote de emergencia. Al hacerlo, de todos los tripulantes del navío, seis lograron aferrarse menos dos que aún permanecen desaparecidos.
En medio de la nada, sin provisiones y alimentándose de alguna que otra ave que pudieron cazar, los pescadores que lograron subir al bote de emergencia pasaron seis días hasta que la Armada de Chile los rescató durante la jornada de este miércoles.
"La primera noche, un frío que nos mataba", reveló uno de los sobrevivientes.
Uno de los náufragos, Rigoberto Aránguiz, de 29 años, logró dar declaraciones, pese a la dificultad propia del trauma y las afecciones físicas, y dijo que el navío encalló el martes 7 a las 22.30 y que ya desde la primera noche en la intemperie fueron golpeados por las condiciones climáticas. “La primera noche, un frío que nos mataba”, reveló. Y añadió que por la falta de comida se alimentaron “de pájaros”.
También informó que luego de perder de vista a dos de los tripulantes desaparecidos, él junto a los otros cinco sobrevivientes buscaron entre el roquerío a sus compañeros perdidos, pero sin éxito. A raíz de esto, la Armada desplegó un avión y dos buques para intentar localizarlos.