El rebrote de casos de COVID hizo que las autoridades se replanteen las estrategias implementadas hasta ahora en el marco de flexibilización. Por el aumento en el número de infectados, el Gobierno de Chile decidió volver al cierre de fronteras. Se trata de una drástica estrategia que afectaría al turismo.
Enrique Paris, ministro de Salud de la Nación, brindó un preocupante informe sobre la situación epidemiológica del país. Es por eso que decidieron dejar de lado las flexibilizaciones para evitar picos de casos positivos y la saturación del sistema sanitario. Uno de los planes elegidos fue el cierre de fronteras.
"La semana pasada se confirmaron 4.9 millones de casos en el mundo y ayer más de un millón de casos", sostuvo el titular de la cartera. Además, señaló que el panorama en países fronterizos como Argentina, no es muy bueno como para abrir los pasos. "Argentina detectó más 42.000 contagios, y más de 150.000 casos activos", informó.
Una drástica decisión
Por este motivo, el Gobierno de Chile optó por el cierre de fronteras específicas como parte de la estrategia de resguardo sanitario. Entre las elegidas por las autoridades se encuentran las zonas entre Chile y Perú; Chacalluta; y las zonas entre la nación chilena y Argentina; Agua Negra, Pino Hachado, Cardenal Samoré y Dorotea.
Por último, el representante del Ministerio de Salud de la Nación informó que los cierres de fronteras tendrán una excepción. Solamente se mantendrá libre acceso en la región de Los Libertadores, paso fronterizo en la Cordillera de los Andes entre Argentina y Chile.