Hace algunas semanas, se encendió una polémica internacional con Argentina por los dichos de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien denunció que el Hezbollah trabaja en Chile. Se trató de una acusación que no cayó bien en el Gobierno nacional, por lo que pidió pruebas. Asimismo, el país trasandino envió un documento con información que confirmaría las palabras de su funcionaria.
Carolina Tohá, ministra de Seguridad, recibió un documento de 14 páginas que brinda detalles de la actividad del Hezbollah en territorio chileno. Según esta información, la organización no solo está en Chile, sino también en Perú y Bolivia, en lo que ellos llaman “la triple frontera andina”.
El informe, según difundió el portal argentino Clarín, establece que existen “indicios” de que Irán por su “injerencia político comercial” y Hezbollah a través de “actividades ilícitas” incrementaron su capacidad de acción en diversos puntos estratégicos de Latinoamérica, como Chile, bolivia, Paraguay, Colombia y Brasil. Además, expuso la presencia de dos casos importantes ligados a este grupo en territorio nacional: clan Barakat y el denominado “Caso Abbas”.
Expuso la presencia de dos casos importantes ligados a este grupo en territorio nacional.
Casos incluidos en el informe
El primer caso data del 2003, cuando Hatem Ahmad Barakat viajó a Chile para recolectar fondos destinados al grupo mulsumán. Estos grupos funcionaban a través de empresas de importación y exportación, que eran organizaciones de fachada, desde donde blanqueaban dinero para financiar al grupo musulmán. Recordemos que el hijo de Hatem era accionista de dos empresas en Iquique: Importadora Dakotas Limitada e Importadora y Exportadora Montreal Limitada.
También había otro nombre en el documento entregado por Patricia Bullrich: Ahmad Droubi, identificado como propietario de las empresas, mediante el que pudieron encontrar otra red de simpatizantes con Hezbollah del clan Rachid, que se radicaban en Santiago y Arica.
Respecto al “Caso Abbas”, el informe indica que data del 2014 y tiene como protagonista a Alí Chahine, quien sería parte del brazo armado del Hezbollah y se habría reunido con dos libaneses de apellido Abbas. Se presume que en su viaje a La Paz, Bolivia, tenía un depósito con explosivos para ser utilizados contra objetivos israelíes. Pese a que no se dio con su paradero, se logró evitar un atentado en un recinto con alta afluencia de personas.
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