Como todos los fines de semana, durante la noche del sábado Canal 13 emitió un nuevo episodio de "Lugares que hablan", programa con el que Pancho Saavedra viene recorriendo todo Chile desde hace varios años. En esta última ocasión, el conductor se aventuró hacia La Unión, ubicada en la comuna de la región de Los Ríos.
Y como suele suceder siempre, Pancho Saavedra no solo muestra a los televidentes los diferentes y maravillosos paisajes del país en el programa, sino que además encuentra en el camino con diversas personas, al margen de la sociedad, que llevan sobre sus espaldas asombrosas historias que la mayoría de los chilenos y chilenas no tienen ni la menor idea.
En esta última aventura, Pancho Saavedra conoció, con el equipo de "Lugares que hablan", a algunas comunidades mapuches de La Unión y, en ese recorrido, se topó con el alerce milenario, el árbol más antiguo de todo Chile. Pero también, el conductor conversó con algunos locales de la zona y allí se sorprendió con la historia de Fresia Camán.
Esta mujer, que se dedica a la gastronomía mapuche, dejó sin palabras a Pancho Saavedra cuando le hizo conocer la ruca en donde vivía y que tuvo severas consecuencias debido a una situación de salud que le tocó vivir. Sobre esto, Fresia le dijo al conductor que había quedado embarazada y le diagnosticaron una enfermedad que incluso podría terminar de la peor forma.
De hecho, los médicos que la vieron le habían recomendado que interrumpiera su embarazo para poder tratar su enfermedad. Sin embargo, la mujer se opuso. "Tu dices 'no eres el dueño de la vida, ¿cómo voy a decidir eso yo?'", se preguntó Fresia Camán, quien luego reveló que en esta situación fue a ver a su machi.
¿Fue un milagro?
Una vez allí, y tras revisarla, la machi le dijo que, de todo lo que le habían diagnosticado los médicos, no tenía "ni la mitad", y que para salir adelante de esta compleja situación de salud lo único que tenía que hacer era acostarse, tomar medicina ancestral, friegas y otras cosas más, ligadas a la cultura mapuche.
La mujer hizo caso a su ruca y estuvo en reposo a partir del cuarto mes de embarazo hasta que finalmente tuvo a Lilco, su hijo, cuyo nombre significa "espíritu del agua" en la cultura mapuche. "Es un milagro", expresó Pancho Saavedra estupefacto por lo que había escuchado.