Nano Calderón disfruta actualmente de unas nuevas vacaciones, esta vez en Europa, junto a su polola, con quien recorre hermosos paisajes y aprovecha para compartir en sus redes sociales imágenes que dan cuenta de su ostentación y riqueza.
Las últimas semanas fueron sumamente turbulenta para Nano Calderón y toda su familia. Primero fue internada su madre, Raquel Argandoña, y en los últimos días cayó en la Unidad de Terapia Intensiva Hernán Calderón, su padre. Además, aseguran que meses atrás tuvo importantes novedades de parte de la justicia.
Sucedió en el pasado mes de septiembre, y bajo un estricto secreto, que se realizó una audiencia en la que se formalizó la querella en contra de Christian Morales Rodríguez, el gendarme acusado de haberle tomado las fotografías a Nano Calderón en la clínica psiquiátrica El Cedro, que luego se divulgaron por los medios de comunicación y las redes sociales.
El polémico influencer había terminado en esa institución para cumplir una medida cautelar de prisión preventiva tras ser formalizado por los delitos de parricidio frustrado, daños y tenencia ilegal de armas. Instancia en la cual, el joven había estado bajo la custodia de funcionarios de Gendarmería de Chile (GENCHI).
“A nuestro juicio, la captación de estas imágenes corresponde necesariamente a funcionarios de Gendarmería, por cuanto a esa época eran ellos quienes tenían a mi representado bajo su resguardo y custodia”, explica Josefa Bejarano Veloso, abogada del estudio jurídico Lagos y Vargas, y quien lleva la causa en representación de Nano Calderón.
Desde Gendarmería, aseguraron que el funcionario “continúa desarrollando sus labores cotidianas dado que nunca ha incurrido en una falta en el desarrollo de sus funciones”. Al tiempo que rechazan que se haya tratado de una “filtración”, ya que “la entrega y difusión de imágenes a los medios de comunicación se realizó por una decisión institucional”.
Los antecedentes
Todo comenzó en agosto del año 2019, cuando Nano Calderón fue acusado de haber intentado agredir en diversas situaciones a su padre, Hernán Calderón, con armas de fuego y armas blancas, por lo que terminó acusado de los delitos de parricidio frustrado, daños y tenencia ilegal de armas.