Alejandra Araya se presentó como anfitriona en el reconocido ciclo de Chilevisión “La Divina Comida”. Allí, la actriz confesó que hace unos años le diagnosticaron cáncer: tiene dos ganglios con metástasis. Junto al resto de invitados, Mariela Montero, Marcial Tagle y Matías Walker reveló esta dura información.
“Siempre tuve problemas a la tiroides, desde niña, me lo descubrieron cuando tenía como diez años, y el 2016 se descubre este cáncer. Uno de los nódulos que estaba en el centro era mucho más grande. La biopsia salió mala y me dijeron ‘te tienes que operar'”, relató la intérprete.
Sin embargo, esta impactante noticia vino en un momento en el que la artista estaba ascendiendo profesionalmente: “Yo venía entrando a mi primera teleserie ‘Perdona nuestros pecados’. Le cuento esto al oncólogo y él me dice ‘¿cuánto debe durar?’. Yo dije entre 6 a 8 meses”.
Luego de comentarle a su médico lo que tenía por delante, este le indicó que irían monitoreando su estado de salud mientras tanto y que en cuanto terminara su proyecto, volverían al tratamiento. Lo que no tuvieron en cuenta es que la tira duraría dos años debido al éxito que tuvo entre la audiencia.
“Cuando volví al doctor, la operación debía ser ‘ahora’, porque podía ser que me quedara sin voz”, narró. Acto seguido, dijo que cuando despertó de la operación “lo primero” que hizo “fue hablar”. “Escuché mi voz bien”, expresó con júbilo. Analizando sus palabras, Mariela Montero quiso saber si esta enfermedad podía deberse a un dolor emocional.
“Por supuesto que hay mucho de eso. Es el chakra de la comunicación y de cómo expresas tus emociones. Saber en qué momento de mi vida estaba cuando a los diez años me descubrieron esto”, contestó Alejandra Araya.
“Yo digo que fue porque mi nana, mi segunda madre, se fue de mi casa a desarrollarse como persona en otros trabajos, y eso fue un dolor muy grande para mí. Yo creo que ahí empieza como una cosa del sentido de la tiroides”, completó.
Para concluir su testimonio, Alejandra indicó que “todos los días me tengo que tomar el Eutirox, que es una pastilla que odio todas las mañanas, y controles periódicos porque tengo dos ganglios con metástasis. Pero hoy día estoy bien. Estoy bien”.