Sin duda alguna, Giuliana Sotela y Kenita Larraín se robaron todo el protagonismo en lo que va de la actual temporada de “El discípulo del chef”. Ambas, exesposas del Marcelo “Chino” Ríos, el tenista más importante de la historia de Chile, lejos de revivir viejos rencores, se volvieron muy buenas amigas en el programa de Chilevisión.
El pasado jueves, mientras cocinaban codo a codo bajo la dirección del chef Sergi Arola, charlaban como siempre y se divertían, hasta que descubrieron algo totalmente inesperado, y es que el pasado sigue uniéndolas a ambas, y no solamente por su relación con Ríos.
“¿Alguna vez le cocinaste a Luis Miguel?”, le preguntó una periodista a Kenita Larraín desde detrás de cámara. La modelo reaccionó y le dijo “Van a hacer que me corte un dedo. En Costa Rica conoció el ‘sol’ ¿o no?”, le consultó a su compañera. Entonces, Giuliana Sotela se sinceró y le dijo: “Es que yo lo conozco”.
“Yo también, pero yo lo conozco el doble ¿Cómo lo conociste?”, le respondió kenita mientras las dos se abrazaban y se reían por la insólita coincidencia. "Lo conocí recién divorciada de Marcelo (Ríos), así fue como lo conocí yo, pero no quiero hablar más del tema", explicó Giuliana.
Larraín, muy divertida con el tema, le tiró una broma a su flamante amiga: "¿En serio? O sea que podríamos decir que un clavo saca a otro clavo", le dijo, por lo que se terminó de confirmar que ambas tuvieron al menos un romance con el cantante mexicano.
“No fue tan de peso como fueron mis esposos”, aclaró luego Giuliana Sotela. “Me encantan sus canciones, sus novelas, me encanta absolutamente todo, es una súper persona, pero a mi no me gusta hablar de mi vida privada”, aclaró la ‘influencer’ costarricense.
“Después me vas a contar, pero en camarines”, le dijo Kenita Larraín a su amiga. “Al parecer con Giuliana tenemos muchas más cosas en común de las que pensamos, es muy chistoso”, comentó después.
“No solo en la cocina, y no solo el Chino”, dijo Kenita, que rápidamente se dio cuenta y quiso cambiar el sentido de lo que acababa de cir. “Yuhui, el chino Yuhui, nuestro compañero”, aclaró, pero ya había quedado bien explícito a lo que se refería.