En la última emisión de “La divina comida” estuvieron presentes Renato Jofré, María José Necochea, Agustín Pastorino y Fernanda Ramírez. Y fue esta última quien dio que hablar luego de develar algunos aspectos duros de su vida personal que captó la atención de todos.
Como suele suceder siempre en el programa, los participantes se ponen a conversar respecto de diferentes temas e historias personales, con anécdotas y reflexiones, y Fernanda Ramírez enmudeció a todos luego de contar su vínculo (y de su inexistencia) con su padre ausente.
Sin embargo, luego de ese momento cargado de tensión por la propia crudeza de la historia, la actriz se distendió y compartió con los demás algunas cuestiones más ligadas a su profesión como es la actuación. Y sobre ese tópico, Fernanda Ramírez contó cómo fue que descubrió su vocación.
La actriz, que supo ser parte de grandes éxitos como “Pituca sin Lucas”, “Papá a la deriva” y “Perdona nuestros pecados”, indicó que descubrió sus habilidades interpretativas mediante una tarea que le dio un profesor de Lenguaje, de séptimo básico, en donde tuvo que actuar un monólogo.
Pero eso no fue todo lo que Fernanda Ramírez descubrió sobre su vocación; la intérprete luego reveló que además logró manipular una herramienta fundamental para toda actriz/actor como es la facilidad de llorar. “Así descubrí mi talento, que es que puedo llorar”, reveló la artista, quien además confesó que es por esa habilidad que la convocan siempre.
Seguidamente, Fernanda Ramírez se dispuso a dar cuenta de su habilidad, nada fácil de lograr y menos cuando no es en un contexto de actuación, y explicó frente a los invitados de “La divina comida” cómo son los movimientos que suele hacer para poder llorar fácilmente.
“Es una respiración que tú haces, que es muy lentita por la nariz, tienes que sentir cuando exhalas”, detalló la actriz, quien luego añadió que el último componente para obtener el resultado final es un movimiento de “pera” y listo.