Luego de haber sido parte del experimento de la campaña Mi Causa, Rodrigo Sepúlveda brindó más reflexiones durante la jornada de este miércoles acerca de cómo impactó en él esta iniciativa que propone a todos los chilenos repensar las miradas sobre la tercera edad.
Cabe señalar que para esta campaña, varias figuras del canal Mega, entre ellas ahora Rodrigo Sepúlveda, tuvieron que envejecer su rostro a partir de un impactante trabajo de maquillaje realizado por la profesional Carla Gasic.
El objetivo de esta transformación apunta a que la ciudadanía pueda prestar atención, a partir de una vivencia en primera persona, a uno de los temas históricamente ninguneados por la sociedad, como es la tercera edad y la mirada que se tiene sobre las personas de esa población.
“Esto para mí fue un regalo, una bendición que me dio el canal y que no me lo esperaba. La vivencia es tremenda, es súper potente porque vives una transformación de tu cuerpo en cuatro horas. En ese tiempo, tu alma, tu corazón, tu esencia es la misma, pero cambia el envase”, detalló Rodrigo Sepúlveda en Mucho Gusto.
Además, el presentador televisivo reveló que durante las cuatro horas en las que tuvo que verse a sí mismo como un adulto mayor se imaginó el resto de su vida con su envejecido rostro y detalló qué fue lo que se le vino a la mente.
“Me fui imaginando el recorrido de mi vida, con éxitos, fracasos, golpes, sonrisas, con nacimientos, muertes. Con gente que está en el cielo, y que te gustaría abrazar”, reconoció el conductor.
"Lo único que soñaba era terminar mi vida así, con mi señora de la mano y que mis hijas me vieran como adulto mayor”, reconoció Rodrigo Sepúlveda.
Asimismo, Rodrigo Sepúlveda expresó que también pensó en cuestiones más allá de lo personal, como el maltrato constante que reciben los adultos mayores por parte de la sociedad por el solo hecho de ser ancianos.
"Pensé en esas personas que las basurean por el solo hecho de que tienen arrugas, por el solo hecho de tener canas, como si fueran inservibles. Me dolió en el alma, porque cuando terminó el proceso, lo único que soñaba era terminar mi vida así, con mi señora de la mano y que mis hijas me vieran como adulto mayor”, manifestó Rodrigo Sepúlveda.