En estos tiempos de pandemia y COVID, más que nunca es necesario cuidar nuestra alimentación y fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Por eso, en esta nota vas a conocer todo sobre las espinacas: un superalimento natural que tiene miles de beneficios, es accesible, práctico y versátil. Además, se convierte en un excelente ingrediente para protegerse en un contexto de pandemia.
Las verduras en general son la mejor opción para una buena alimentación, pero particularmente las espinacas cuentan con importantes propiedades para la salud y el bienestar general.
Estas hojas verdes son un excelente alimento para aumentar la fuerza y para innovar en la cocina, ya que se pueden añadir en diferentes recetas.
Este vegetal tiene una cantidad ínfima de calorías y por eso es un ingrediente idóneo para incorporar en las dietas destinadas a perder peso.
Sin embargo, a pesar de su bajo aporte calórico de apenas 20 calorías sin grasa, es una importante fuente de proteínas, fibra y carbohidratos. Por eso, es ideal en un contexto de pandemia, ya que debemos fortalecer nuestro sistema inmunológico más que nunca.
La espinaca es la reina de la vitamina K, un nutriente que ayuda al cuerpo a construir huesos y tejidos saludables a través de las proteínas. Además, es rica en vitamina A y vitamina C, como también en minerales como el calcio, hierro y magnesio.
Eso no es todo: una buena porción de espinaca aporta la dosis perfecta de antioxidantes para ayudar a proteger al organismo ante diferentes enfermedades, como también para evitar la inflamación.
La espinaca es un alimento que ayuda a reducir el riesgo de cáncer, así como también enfermedades de índole cardíaca o diabetes de tipo 2. Además, debido a sus aportes nutricionales, fortalece el sistema inmunológico contra cualquier tipo de virus o pandemia.
Este alimento protege el cerebro y ayuda a la apertura de vasos sanguíneos, por lo tanto, alivia la capacidad de trabajo del corazón. Por eso, la espinaca es ideal para una buena alimentación, ya que tiene beneficios para el corazón, el cerebro y el sistema óseo. ¡A comer!