Virginia Demaría es una de las chefs más reconocidas y destacadas del país. Sin embargo, antes de dedicarse a la cocina, y mucho antes de darse a conocer en los distintos espacios televisivos, la famosa comenzó a desarrollar otra faceta ligada con el arte y que recién ahora se animó a dar a conocer.
Y es que Virginia Demaría estudió dos años Arte en la Universidad Católica y, aunque no fue mucho tiempo, le alcanzó para potenciar sus habilidades para este campo. De hecho, desde hace un tiempo la cocinera se ha puesto a trabajar en algunas acuarelas que estuvo confeccionando pero aún no se anima a una exposición oficial, pero sí a vender sus trabajos.
“Tengo algunas inseguridades que superar de mi lado artístico porque no me creo tanto el cuento”, se sinceró y reveló Virginia Demaría en diálogo con LUN, quien luego comentó lo que aprendió en sus años estudiando la carrera de Arte. “No la trabajé en esa época, pero es una técnica difícil porque es súper imprecisa. El efecto que tus pinceladas tendrán en el papel es difícil de calcular. Hay poco control porque depende de la carga del pincel, del papel que utilizas. Uno no tiene idea qué sucederá con el agua”, detalló la chef.
Retomando el arte
Consultada sobre cómo comenzó con las acuarelas, Virginia Demaría reveló que fue “el año pasado”. “Tenía muy botada la pintura en mi vida. En un minuto se apoderó tanto de mí que mientras esperaba la comida en un restaurante yo te pintaba una acuarelita. Siempre tengo algo en mi cartera para ocupar mis manos. Me encanta hacerlo y voy dejando regalitos por ahí”, indicó la animadora al citado medio.
Respecto de cómo desarrolló la técnica, Virginia Demaría comentó que al principio no sabía cómo, por lo que comenzó “haciendo florcitas, hojas, líneas, cuadrados, figuras humanas y después de a poco fueron saliendo estas piedras o estos círculos abstractos que se unen”. “Me dejo llevar por el pincel, es súper terapéutico”, reconoció la cocinera.
"Es muy terapéutico".
Consultada sobre cuándo lanzará una exposición, Virginia Demaría admitió que le encantaría hacerlo pero que le cuesta hacer acuarelas porque no cuenta con el lugar necesario. “Me cuesta hacer acuarelas porque no tengo taller y es una técnica súper atractiva para los niños. Mi hija me ve y me dice ‘¡quiero pintar, quiero pintar!’. Desde la humildad, porque no me las creo, digo que el artista necesita su espacio. Me dan ganas de encerrarme y pintar”, cerró la conductora de “Plan V”, cuyos trabajos se venden en la tienda Rosario Greene con precios que van desde los 59 mil pesos hasta 99 mil.