Bárbara Rebolledo apareció en las últimas horas a través de las pantallas de TVN y compartió una rica entrevista con Eduardo Fuentes en el 'late' "Buenas noches a todos". Además de referirse a la coyuntura nacional apropósito de su rol como exconstituyente, la exfigura de la estación de bandera habló alto y claro acerca de su recordado noviazgo con el inolvidable Felipe Camiroaga.
Estuvieron juntos por dos años. No obstante, Bárbara Rebolledo dejó entrever que su lazo habría iniciado antes de que los medios se enteraran. "Yo pololeé mucho rato con Felipe sin que se supiera", reveló la comunicadora no sin antes certificar que, con astucia, pudieron sortear el acecho de la prensa.
"Logramos eso siendo súper piolas, también era otra época porque no había redes sociales y los teléfonos no tenían maquina fotográfica", consideró, para luego recordar que, por esas fechas, "si alguien te pillaba era porque te había pillado una revista o un programa de farándula". Lo cierto es que un fotógrafo terminó captándolos juntos y, a partir de entonces, se supo acerca de su romance.
"Ahí dejó de ser piola".
Bárbara Rebolledo precisó que, antes de la publicación de aquellas instantáneas, ciertos integrantes de Televisión Nacional ya conocían sobre su vínculo. Estas personas fueron leales y no contaron nada. El encargado de hacer público su pololeo fue un fotógrafo que los pilló en las Termas de Chillán, remarcó tal y como consigna "Publimetro".
Un lazo inquebrantable
"Hubo un fotógrafo en las termas que nos sacó foto y se la vendió a una revista, y ahí dejó de ser piola", reconoció Bárbara Rebolledo, a modo de cierre, ante Eduardo Fuentes. Recordemos que la comunicadora y Felipe Camiroaga, una vez que le pusieron punto y final a su noviazgo, lograron mantener una entrañable amistad.
"Finalmente éramos súper buenos amigos. Terminamos súper bien, grandes, pero grandes amigos", sostuvo no hace mucho la periodista ante José Miguel Viñuela. Asimismo, dejó entrever que, tras la ruptura, habrían vuelto a estar juntos al menos una vez más. Como dicen: ¡donde hubo fuego, cenizas quedan!