Mega emitió este domingo un nuevo capítulo de su nuevo estelar, “El retador”, donde un grupo de famosos se ponen a prueba frente a un exigente jurado demostrando sus habilidades artísticas. En el último episodio, destacado por los duelos, volvió a revivir la vieja rivalidad con los vecinos argentinos.
Mega no escatimó en gastos en esta propuesta, y llenó la pantalla de estrellas, no solamente entre los participantes, ya que la animación está a cargo de Diana Bolocco, y el jurado se integra por Myriam Hernández, Álvaro Rudolphy y el argentino Marcelo Polino.
De hecho, fue este último el que protagonizó un incómodo momento con el público, que también tiene voz y voto a la hora de elegir a los ganadores. El periodista se puso en contra de la audiencia por sus opiniones respecto a la presentación de Sebastián Longhi, que imitó a Miguel Bosé.
“Algo bueno, tienes un tono de voz muy parecido, si cierras los ojos por algunos momentos eras Bosé”, le dijo Marcelo Polino al artista, pero no se trataba de más que un aliciente, para darle luego la parte más amarga de su crítica.
“Ahora una mala, los que hemos tenido la posibilidad de varias veces a Miguel en el escenario, sobre todo en esta última década”, agregó el jurado extranjero del programa de Mega. “Siempre estuvo más acotado, me parece que tu actitud era ‘vean lo que hago’, y ahí me perdí en la construcción del personaje”, afirmó, acusando al participante de “exagerado”.
No se echó para atrás
Ante estas palabras, el público en el estudio de Mega empezó a abuchear al argentino. “Perdón, los voy a interrumpir. ¿Le puedo hablar al público?”, dijo Polino, lejos de amedrentarse. “Ustedes pueden gritar, apretar el botoncito, pero acá voy a decir lo que se me canta y lo que tengo ganas”, afirmó.
"Voy a decir lo que se me canta y lo que tengo ganas”.
Álvaro Rudolphy intervino entonces para intentar calmar las aguas, y darle la derecha a su compañero. “Siento que se te chupaba la voz en algunos momentos”, le comentó a Sebastián Longhi, para dejar en claro que no había sido una interpretación perfecta.