Dino Gordillo tuvo que enfrentar momentos muy complicados entre el fin del 2021 y el comienzo del 2022. Primero, tanto él como su pareja enfrentaron complicadas situaciones de salud, y luego llegó la triste noticia del fallecimiento de su hijo, mientras él daba un show en vivo.
Todas estas situaciones, y tantas otras, han hecho al comediante ponerse a reflexionar sobre la vida, y que por fin tome una decisión que venía postergando desde hacía varios años. En su participación en “Podemos hablar”, Dino Gordillo aborda todos estos temas a los que se refiere con sinceridad.
Antonella Ríos, Mariela Sotomayor, Maitén Montenegro y Miguelo, estarán además acompañando a Dino Gordillo en el programa que conduce Jean Philippe Cretton por la pantalla de Chilevisión. Uno de los temas que recordaron, fue la presentación del cómico en el Festival de Viña del Mar de 2019, en el que le propuso matrimonio a su pareja sobre el escenario de la Quinta Vergara.
"Tuvimos algunos problemas familiares".
“No me he casado porque íbamos a cumplir un sueño que era casarnos en Francia”, explicó el cómico. “Íbamos a ir la familia solamente”, comentó, pero recordó que coincidió con el incendio que destruyó la catedral de Notre Dame, en París, bromeando que ya habían reservado ese lugar para la ceremonia.
“Yo me enfermé, tuvimos algunos problemas familiares también. Pero me comprometo, fecha estimada, octubre de este año”, anunció Dino Gordillo, para sorpresa de todos. En el programa de Chilevisión, se referirá también a otros temas delicados, como lo que sucedió con su hijo.
Una infancia difícil
Hace poco tiempo, Dino Gordillo pasó también por “Pero con respeto”, y le contó a Julio César Rodríguez las cosas que tuvo que vivir en su niñez. "Mi madre se separó cuando estaba embarazada de mi hermano menor y desapareció de nuestra vida, y en esos años el separarse te hacía lo peor de la familia. Tenía dos hermanas que estaban bien y eran la élite, nos repartimos entre los tíos, y mi tía me echó porque me hacía en la cama", contó.
Además, relató que de pequeño "mi abuelo nunca tuvo un apego con nosotros, éramos sus gomas, teníamos que envirutillar el parqué mientras mis primos comían queque en la mesa. A demás de eso, cuando llegaba teníamos que ir a la cocina para comer en un piso porque no permitía que comiéramos adentro".