Felipe Bianchi se convirtió en uno de los principales referentes de la campaña por el “Apruebo”. El periodista echó mano a todos sus recursos, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, para intentar que se apruebe el texto de la nueva Constitución, que fue rechazado el pasado domingo.
Uno de los momentos más destacados, fue su fuerte cruce en Twitter con Marcela Vacarezza. Sin embargo, la derrota en las elecciones, fue un golpe difícil de asimilar para Felipe Bianchi, que publicó un extenso análisis en sus redes, donde anuncia que ya no se encuentra en condiciones de enfrentar un nuevo proceso para la elaboración de un nuevo documento constitucional.
"La gente, mayoritariamente, no quiere cambios", fue la sentencia de Felipe Bianchi, luego de la contundente victoria del “Rechazo”. "¿Que los avances sociales no se detienen? Por supuesto que se detienen. ¿Que vendrá una nueva elección para una nueva Comisión Constituyente que trabaje otros dos años para construir, ahora si, 'la casa de todos'? Por favor", escribió con pesimismo en su cuenta de Twitter.
"Ya fue".
"En eso tienen razón los republicanos: la democracia actuó y nadie tiene derecho a volver a pedirle al país que destine más tiempo y plata a escribir y votar una nueva carta que podría perfectamente terminar igual que esta: en la basura”, agregó además el comunicador. “A mi, al menos, un nuevo proceso ya no me mueve ni me motiva. Ya fue", dijo.
Contra los votantes
"Al pueblo chileno no le interesa aumentar los derechos sociales. Evidentemente no le interesa la plurinacionalidad, ni la reivindicación de los pueblos originarios. No le interesa mucho la paridad de género, ni tampoco leyes protectoras de la naturaleza", lanzó Felipe Bianchi.
"¿Valía la pena tanto esfuerzo, tanta apuesta, tanto riesgo, tanta lucha? Hoy pareciera que no. Capaz que no. Capaz que haya que hacer lo que muchos ya hicieron antes: acostumbrarse y seguir bailando al ritmo del sistema. No nos pidan hoy 'esperanza, fe, empatía o seguir en la lucha'", se preguntó el periodista con desgano, en su extenso descargo.