Karen Bejarano le aportó la voz que faltaba y un punto de vista refrescante al intenso y extenso debate que se armó a partir de la última canción de Shakira. La cantante colombiana, en sociedad con el productor argentino Bizarrap, le dedicó una sesión especial a su separación del exfutbolista español, Gerard Piqué.
En la canción, que sigue batiendo récords de reproducciones en las diferentes plataformas alrededor del mundo, Shakira carga con todo contra su expareja. Una de las frases icónicas, que ya se volvió bandera para muchas mujeres que se sienten identificadas, fue sin embargo criticada por Karen Bejarano.
“Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, dice Shakira ya en el final de la canción, como un resumen de su superación de ese momento tan angustiante que le tocó vivir. Desde su cuenta de Instagram, la cantante nacional decidió ponerle la lupa, y advertir sobre algunas cuestiones a tener en cuenta.
“Creo que es importante que analicemos esa frase”, dijo Karen Bejarano en un video que compartió en sus historias. Claro que advirtió que a la oriunda de Barranquilla “la adoro, empatizo con ella y sé que la ha pasado como el hoyo”, antes de que cualquier fan se ofenda o malinterprete sus dichos.
Contundente análisis
“Creo que esa frase es patriarcal”, lanzó la exintegrante de “Mekano”, “al hombre en la Historia se le enseñó que no tiene que llorar, que es fuerte, ni mostrar sus emociones, ni mostrarse vulnerable, porque su rol principal es facturar, o sea, proveer”, opinó.
"Es un grave error".
“Creo que adoctrinarnos a nosotras ahora, como nosotras ‘no tenemos que llorar, tenemos que facturar’, es un grave error”, consideró Karen Bejarano. “Así que sí, podemos facturar, pero también no nos olvidemos de que tenemos que estar conectados con nuestras emociones y botarlas, porque guardarlas solo nos hace enfermarnos cada día más”, recomendó la ganadora de “El discípulo del chef”.
En definitiva, Karen Bejarano recomendó que “para acabar con esas estructuras machistas y patriarcales, tenemos que ser capaces nosotras de darnos cuenta de esas frases erróneas que de repente son muy bonitas, hasta empoderadoras, pero en realidad no lo son, nos hacen un tremendo daño”, finalizó.