Pamela Leiva vivió un destacado momento en su participación en el último Festival de Viña del Mar. Como todo buen comediante, gran parte de su rutina se basa en contar sus experiencias personales, sobre todo las que tienen que ver con los vínculos sentimentales, cuestión que, al parecer, no le cayó muy simpática a su exmarido.
Esta semana, Pamela Leiva conversó con Maly Jorquiera en su programa “Hazte ver”, donde entró en detalles sobre el complicado vínculo que tiene con su exesposo, pero que, de una forma curiosa, se mantiene en muy buenos términos con la familia de él.
Cabe recordar que Pamela Leiva se casó en el año 2017, pero apenas un año más tarde, fue él quien le pidió la separación. De inmediato, toda esta historia y algunos de sus detalles pasaron a formar parte de la rutina de la humorista.
“Unas amigas me dicen ‘Pamela Leiva, la encantadora de suegras’. Yo en general, con todas mis parejas, sus familias me aman, el problema son los hijos que no me quieren”, reflexionó la humorista con Maly Jorquiera.
Diferencias irremediables
De hecho, recordó que a la audiencia de divorcio no fue su exmarido, sino que fueron sus exsuegros, a quienes saludó muy amablemente. Después, se encontraron también en un velorio, donde ella le dijo “suegro” al papá de su exmarido, demostrando la confianza que se tienen.
"Le complica la exposición".
“Hoy día es difícil mantener una comunicación más cercana, porque hay muchos temas sensibles y está el hijo de por medio, que me odia. Yo sé que a él le complica. Le complica la exposición. Le complica todo lo que ha pasado. Pero bueno, ya está”, sintetizó.
Fuente: (YouTube de Maly Jorquiera).
En resumen, Pamela Leiva sostiene que su expareja nunca asumió que se estaba casando con una persona que era además una figura pública, por lo que su rostro y su nombre iban a aparecer en los medios de comunicación, y algunos detalles podían llegar a formar parte incluso de sus rutinas.