Tomás González sacó “Campeón”, su libro autobiográfico. Esto generó que salgan a la luz muchas revelaciones acerca de la vida de uno de los gimnastas más exitosos de la historia de Chile. Una de las acusaciones que realizó caía en el cubano Yoel Gutiérrez, quien lo entrenó en la época de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
De acuerdo a lo que había comentado Tomás González, Yoel Gutiérrez tenía muy malos tratos con la persona del atleta. El entrenador tuvo su derecho a réplica en “La Tercera”, donde terminó defendiéndose de las acusaciones que había lanzado el olímpico.
“Me entristece y me desconcierta. Jamás imaginé semejante declaración. Nunca manifestó ni dio señales de situaciones de esa índole en los años que estuvimos juntos, luchando duro para lograr los resultados que obtuvimos. Nunca dio una señal. Estoy sorprendido y dolido”, destacó Yoel Gutiérrez.
“Lo primero que quiero expresar es que yo a Tomás González lo quiero mucho. Jamás pensé que él tuviera esa opinión de mi persona, porque todo lo que he podido hacer como entrenador es defender a mis atletas”, recalcó el ‘coach’, tratando de desprenderse de esta polémica situación.
Explicó sus métodos
Yoel Gutiérrez quiso entender los dichos de Tomás González. “Es muy difícil lograr éxitos si estás dañado mentalmente. De qué manera vas a construir un resultado positivo si yo soy una persona mala. Juro por mis hijas y por mi familia que jamás he sido una persona maltratadora, sí he sido ferozmente exigente y riguroso al pie de la letra para el logro de los resultados de mis gimnastas y, quizás, eso pasa a ser una línea muy delgada entre la exigencia feroz y el maltrato”, destacó.
"Juro por mis hijas y por mi familia que jamás he sido una persona maltratadora".
Eso sí, el entrenador admitió que hubo roces. “Tienes toda la preparación que debe tener un campeón olímpico, pero tienes la actitud que es la que posee un perdedor. O te levantas el ánimo y te despiertas o te despierto yo, porque no puedo permitir que en estos segundos te vayas abajo, no te lo voy a permitir, porque te quiero”, reconoce que le dijo en pleno Londres 2012, luego de que el gimnasta se sintiera inseguro por un dolor en su rodilla.