Mauricio Flores vivió el peor de los momentos este año, cuando su hija tuvo una inesperada descompensación y terminó internada bajo cuidados intensivos. Luego de días de mucha angustia, pero también de mucha fe, la joven logró recuperarse, pero ahora atraviesa el largo y difícil proceso de rehabilitación.
El hecho ocurrió en el mes de marzo, y Danika, la hija de Mauricio Flores de 25 años, estuvo 50 días internada, hasta que logró reponerse en contra de todos los pronósticos. En su cuenta de Instagram el actor agradeció a todos por el apoyo, pero advirtió que todavía el proceso continuaba.
La joven siguió desde entonces con hospitalización domiciliaria y sesiones con kinesiólogo tres veces por semana. Por fortuna, no le quedó ningún tipo de secuela neurológica. Pero esta semana, la hija de Mauricio Flores tuvo que regresar a pabellón.
“Día muy importante para mi hija, ya está en pabellón para su craneoplastia con autoinjerto”, advirtió en sus redes sociales Mauricio Flores. De este modo, dejaba en claro que no se trataba de una urgencia, sino que forma parte de la rehabilitación.
"Cerrando ciclos".
“Cerrando ciclos de su recuperación, que Dios me la cuide siempre”, comentó también el humorista, que se vio muy afectado por todo lo que le sucedió a su hija. Sus amigos más cercanos, aseguraron que en los momentos más difíciles estaba devastado, por lo que siente esta actualidad como un renacer.
¿En qué consiste el procedimiento?
Según explicó semanas atrás en “Tu día”, a la joven se le extrajo una pieza ósea para poder descomprimir su cráneo, y por eso debía usar un casco para protegerse. “En estos días le van a dar ya la fecha en que tiene pabellón para volver a ponerle ese huesito”, adelantaba.