Las zanahorias son una de las verduras más usadas en la cocina gracias a su versatilidad. A lo largo del tiempo, si no las guardamos bien, podría perder su textura crujiente, pero existe una forma de mantenerlas frescas por más tiempo.
Estas raíces comestibles son ricas en nutrientes, pero son sensibles a las condiciones de almacenamiento, por lo que pueden perder gran parte de sus propiedades fácilmente. Esto ocurre debido a la deshidratación que pueden padecer las zanahorias.
Las altas temperaturas provocan una descomposición más rápida de los nutrientes de las zanahorias. Por esto, la hortaliza se hace más propensa a desarrollar hongos y humedad excesiva, que contribuyen con su deterioro.
Para mantener a las zanahorias frescas se debe elegir un recipiente de vidrio o de plástico que tenga el tamaño adecuado para contenerlas. Luego, se debe llenarlo con agua fría y colocar las hortalizas ahí hasta que se cubran por completo.
Se debe llenarlo con agua fría y colocar las hortalizas ahí hasta que se cubran por completo.
Sirve
Como recomendación, se debe cambiar el agua del recipiente cada 2 o 3 días para evitar la acumulación de bacterias. Otra alternativa a tener en cuenta para que las zanahorias estén frescas por más tiempo es colocarlas dentro de una bolsa de plástico perforada o envueltas en papel húmedo.
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