La sal es un elemento que no puede faltar en ninguna cocina. Incluso en mínimas cantidades, siempre hace falta en alguna receta para realzar su sabor, pero este ingrediente tiene el problema de que suele atraer la humedad del ambiente y convierte su textura original en una formación grumosa.
De este modo, la sal no puede deslizarse como debería y dificulta las preparaciones en el día a día. De acuerdo a lo que comentan los expertos, este problema se produce debido a su capacidad hidroscópica, lo que lleva a atraer las moléculas de agua cercanas que flotan en el aire.
Como es de esperarse, este proceso se presenta más en temporadas de lluvia o cuando las temperaturas fluctúan creando una condensación dentro del recipiente, generando así una mayor cantidad de humedad deteriorando la calidad de la sal.
¿Cómo evitarlo?
Una de las opciones es usar envases de vidrio herméticos, ya que los de plástico tienden a absorber la humedad con mayor facilidad. Otro de los trucos a tener en cuenta es que podemos guardar la sal en lugares frescos como la heladera.
Una de las opciones es usar envases de vidrio herméticos.
Otra de las técnicas a aplicar es agregar granos de arroz a la sal para que sea este cereal el que absorba la humedad en vez de un elemento tan útil en las preparaciones del día a día. Se aconseja elegir un arroz largo para este fin.
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