El cacao es uno de los ingredientes más populares de la cocina, aunque su consumo data desde hace miles de años ya que ofrecer distintos beneficios para la salud que, quizá, pocos conocían y solo lo asociaban como uno de los elementos más usados en la pastelería.
La historia señala que, en su momento, los mayas y olmecas usaban el cacao para combatir diversos dolores y para mejorar las funciones intestinales. Y no estaban tan errados, ya que varios estudios han logrado determinar los grandes beneficios que tiene su consumo para el organismo.
Una revisión reciente señala que el cacao ayuda a reducir la presión arterial. Los flavonoides que se encuentran en el chocolate oscuro, que se procesa a partir del cacao, estimulan la producción de óxido nítrico en el organismo que, a su vez, dilata o ensancha los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo y reduce la presión arterial.
Un estudio publicado por el "Journal of the American Heart Association", reveló que el consumo de cacao contribuye con el control del colesterol LDL, conocido "colesterol malo", y aumenta los niveles de colesterol HDL, llamado "colesterol bueno".
Una revisión reciente señala que el cacao ayuda a reducir la presión arterial.
Por otro lado, una investigación publicada en "Frontiers in Immunology" establece que comer chocolate puede influir en el microbioma intestinal y fomenta la actividad antiinflamatoria, disminuyendo así el riesgo de padecer algunos padecimientos, como la diabetes de tipo 2, la artritis y ciertos tipos de diagnósticos oncológicos.
Cómo se consume el cacao
Uno de los formatos en los que se puede consumir el cacao es en polvo, preferiblemente sin azúcar agregada. Este se puede utilizar en postres, con leche, u otras bebidas. De igual manera está presente en el chocolate amargo.
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