El trabajo ha cambiado de una forma radical en los últimos años, y en un gran porcentaje se ha mudado a los hogares. Esto tiene muchas ventajas para el trabajador, pero también algunas contras, en especial, con las distracciones que pueden surgir desde numerosos lugares.
El ‘home office’ significa una enorme libertad para el trabajador, pero también dentro de esa libertad aparecen una gran cantidad de opciones que pueden llegar a confundir. Por eso, compartiremos algunos consejos a continuación para no distraerse del trabajo ni terminar postergando actividades.
Una buena idea es aplicar “la regla de los cinco minutos”, que consiste en colocar un cronómetro, y dedicarle cinco minutos a la tarea o actividad que se tiene que completar. Se trata, en cierta forma, de poner la mente en automático para comenzar la tarea, y a veces sirve la idea de la recompensa del descanso posterior.
Otra equivocación es estar esperando la inspiración para comenzar a hacer. Pablo Picasso sostenía que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Por lo general, esa famosa inspiración proviene del propio trabajo.
No postergar más de lo necesario.
Así como existe la “regla de los cinco minutos”, está también la “regla de los dos minutos”, que sostiene que si una actividad se puede resolver en ese tiempo, lo mejor es hacerla cuanto antes y no postergarla más de lo necesario.
Ordenar el espacio
Por último, lo mejor es deshacerse de todo aquello que pueda ser una distracción, tanto en el espacio físico como virtual. Mantener ordenado el espacio de trabajo, con el celular silenciado si es posible, como cerrar todas las ventanas virtuales innecesarias para esquivar la tentación.
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