Si bien los libros han ido perdiendo terreno con respecto a sus parientes electrónicos, aún existen muchos aficionados a la literatura que mantienen viva las librerías y que cuidan sus bibliotecas como un verdadero tesoro que puede durar por generaciones.
Uno de los consejos que debes tener en cuenta es que, a la hora de manipularlos, debes tener bastante cuidado. Una de las prácticas que se suele hacer para cambiar de página es mojarla con saliva, algo muy perjudicial para los ejemplares. Cabe destacar que nunca se debe mezclar comidas y libros.
Si lo peor sucede y una de las páginas se mancha, lo recomendable es limpiarlo de inmediato con un paño apenas húmedo. Debes procurar hacerlo con delicadeza para evitar que la suciedad se propague y para no dañar las hojas.
A su vez, hay que perder la costumbre de escribir sobre las páginas de los libros. Esto es una práctica muy común entre los estudiantes, quienes suelen subrayar palabras o frases que le han parecido importantes. Estas marcas son muy difíciles de quitar.
Es vital acomodar los más grandes en posición horizontal y los más pequeños en vertical.
Elementos útiles
No solemos completar de leer los libros en un solo día. Por lo cual, los marcapáginas o separadores son ideales para mantener en óptimas condiciones los ejemplares de nuestra biblioteca. Una vez terminados, siempre es importante mantenerlos en un lugar seguro. Es vital acomodar los más grandes en posición horizontal y los más pequeños en vertical.
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