Llegan los días de frío y quedarse en el hogar parece ser la mejor forma, dentro de lo posible, de combatir las bajas temperaturas. Sin embargo, prender los calefactores, tanto de gas como de electricidad, puede redundar en cuentas demasiado elevadas a fin de mes.
Por eso, existen varios trucos para lograr mantener al máximo el calor dentro del hogar, y así reducir al mínimo los consumos de estufas y caloventores, para no llevarse luego una sorpresa a la hora de recibir la cuenta de la electricidad y el gas, incluso en los días más fríos.
Lo primero a tener en cuenta, es evitar corrientes de aire que traigan el frío del exterior. Para eso será necesario asegurarse de tener bien cerradas todas las ventanas, e incluso cubrir debajo de las puertas con un cartón o trapo de piso.
Por supuesto, no hay que olvidarse que lugares como el baño y la cocina necesitan su ventilación, y que esas jamás deben estar cubiertas, para evitar problemas mayores. Por otro lado, las paredes pueden alcanzar temperaturas muy bajas, al igual que los pisos, por lo que se recomienda “vestirlos”, con alfombras y muebles.
Aislar el hogar
En el caso de usar estufas, tenerlas siempre al descubierto, que nada esté en su camino, ya que esto no solo impedirá que se esparza el calor, sino que también puede llegar a generar un accidente. Lo que sí puede ser eficaz, es colocar un estante por encima de la calefacción.
Cortinas gruesas en las ventanas.
Utilizar un termostato para regular la temperatura también será fundamental para racionar el consumo. Así como en el verano los aires acondicionados deben mantenerse a 24 grados, en el invierno los calentadores no deben superar los 21.
Por último, utilizar cortinas gruesas en las ventanas, e incluso ante las puertas, para producir un efecto aislante del exterior y no dejar que el frío penetrante de afuera entre a romper con el calor del hogar.
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