El ombligo es una parte del cuerpo vital en la formación del bebé, ya que es por medio del mismo que recibe el alimento y oxígeno de parte de la madre. Luego, con el correr de los años y la vida, esa zona del organismo parece perder su importancia vital de un principio, pero sí puede ser señal de cosas importantes.
Tras el nacimiento, el ombligo se corta en el parto y la cicatriz acompaña a todas las personas a lo largo de la vida, en diferentes formas. Aunque por lo general no vuelve a ser trascendente, a veces puede ser el primer indicador de algún problema mayor de salud.
En primer lugar, el ombligo es una zona propensa a padecer algún tipo de infección. Esto puede deberse a la falta de higiene, una excesiva humedad o como consecuencia de alguna perforación. Pero también puede ser indicador de asuntos de mayor preocupación.
El dolor o hinchazón en el ombligo puede ser un indicador de estreñimiento, colon irritable, infecciones intestinales, apendicitis y hernias umbilicales. En este último caso, de acuerdo con la Mayo Clinic, se produce cuando una parte del intestino sobresale en un área del abdomen muy cercana al ombligo.
"Varios pliegues y de diminuto tamaño".
Cuidar la higiene
Esto puede suceder con mayor frecuencia en los bebés, en especial con aquellos que nacieron de forma prematura. Aunque también se registran casos en adultos. El ombligo es una zona con varios pliegues y de diminuto tamaño por lo que puede albergar infecciones. La principal prevención, es la limpieza y evitar, por ejemplo, el uso excesivo de cremas.
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