El orégano es una hierba muy vinculada a la cocina, como un ingrediente casi decorativo, en especial para las pizzas. Pero no muchos saben que en realidad posee numerosas variedades, y en distintas culturas se le aplicaron diferentes usos incluso para mejorar la salud de las personas.
El orégano posee propiedades antioxidantes y antibacterianas, además de vitaminas y minerales que aportan numerosos nutrientes al organismo. En la antigua Grecia, Hipócrates, el padre de la medicina moderna, utilizaba esta hierba como antiséptico. Por su parte, los antiguos romanos lo usaban para aliviar problemas digestivos y respiratorios.
Son muchas las vitaminas que se pueden obtener a través del orégano. Como la vitamina K, que es muy importante para la coagulación de la sangre. Es además rico en vitamina E, vitamina C, y varias del complejo B como folato, vitamina B6, niacina y riboflavina. Pero también presenta numerosos minerales, como calcio, hierro, magnesio, y potasio.
Numerosas propiedades
El orégano se destaca además por sus propiedades antioxidantes. También posee compuestos antibacterianas y antiinflamatorias. Por ello, se trata de una hierba que se puede utilizar en diferentes ocasiones, para tratar malestares o como preventivo.
Fortalecer el sistema inmunológico.
Por ejemplo, puede reducir las molestias estomacales que se producen después de las comidas. Además, alivia los síntomas de las infecciones respiratorias, y hasta posee propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a disminuir los dolores de cabeza, estómago, garganta y articulaciones.
Gracias a todos los nutrientes que posee, el orégano puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, lo que es esencial para prevenir y combatir enfermedades. Por último, algunos estudios apuntan a que puede ser efectivo para eliminar los parásitos intestinales.
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