Las legumbres son una fuente de vitaminas, hierro y proteínas que se convierte en el principal aliado para las personas que han decidido no consumir carne. Entre estas aparecen las lentejas, quienes se destacan por su versatilidad en la cocina.
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Las lentejas no poseen colesterol ni grasas saturadas, pero si son una fuente de fibra, hierro, fósforo, calcio, selenio y magnesio. Además, tienen un 23 por ciento más de proteínas que otras legumbres como ser las alubias o los garbanzos.
Con su alto contenido en fibra, las lentejas regulan los procesos digestivos y bajan los niveles de colesterol en sangre. A su vez, también estabilizan los niveles de azúcar en la sangre, reducen los picos de glucemia y mejoran la resistencia a la insulina. También previenen el aumento de peso gracias a su bajo contenido de calorías.
Cómo prepararla
Para su preparación, es clave enjuagarlas y dejarlas remojando durante 8 a 12 horas antes de cocinarlas. Así, los antinutrientes se eliminan, estos pueden provocar gases y reducir la absorción de nutrientes.
Es clave enjuagarlas y dejarlas remojando durante 8 a 12 horas antes de cocinarlas.
Las nutrientes de las lentejas no solo aportan beneficios nutricionales, sino que también tienen una opción versátil en la cocina, ya que se pueden incorporar tanto en recetas dulces como saladas y se conocen alrededor del mundo.
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