Una de las principales preocupaciones de todo internauta es saber si está navegando a la velocidad prometida por el servicio de Internet por el que está pagando. Comprobar este detalle conlleva un proceso sencillo que cualquier usuario puede hacer desde casa.
Uno de los errores más comunes que se cometen a la hora de realizar un test de velocidad es hacerlo desde una conexión WiFi. Esto puede generar una serie de variable que afectan de manera negativa a los resultados de Internet que buscamos. Lo preferible es hacer la prueba desde un computador conectado al router desde un cable Ethernet.
Una cuestión primordial para obtener el resultado exacto es asegurarnos que un solo dispositivo este conectado a la red durante la prueba. El hecho de que haya otros artefactos enlazados con Internet hace que el ancho de banda se reduzca.
A su vez, es clave tener el hardware y el software con la última actualización disponible. Si tu equipo tiene sus años, considera adecuado cambiar el hardware para maximizar la velocidad de conexión a Internet. También puedes consultar a tu proveedor del servicio sobre la posibilidad de actualizar tu router.
Es clave tener el hardware y el software con la última actualización disponible.
Sin estorbos
Es clave asegurarnos que no haya programas activos ni trabajando en segundo plano durante la prueba. Las actualizaciones automáticas, antivirus o aplicaciones en segundo plano consumen ancho de banda y afectan de manera negativa los resultados del test.
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