Cambiar las sábanas una o dos veces por semana no bastan para mantener tu cama limpia. Es que, pese a los constantes esfuerzos, hay que recordar que estas piezas de telas, en especial las fundas de almohadas, son un depósito importante de polvo, ácaros, bacterias, transpiración, piel muerta, polución, restos de productos de higiene, entre otros.
Todo esto puede llegar a ser muy perjudicial para la salud a lo largo del tiempo. Por ello expertos recomiendan lavar las almohadas cada dos o tres meses, siempre y cuando no haya ninguna mancha y se quite el polvo y otros residuos una vez a la semana.
¡Atención a las malas energías!
Pero la suciedad no es lo único a lo que hay que prestarle atención a la hora de la limpieza de tu cama. Las malas energías también pueden ser muy perjudiciales para la salud e imposibiltan un buen descanso. Por este motivo, hay que eliminarlas lo más pronto posible. ¿Cómo hacerlo?
Las malas energías también pueden ser muy perjudiciales para la salud e imposibiltan un buen descanso.
Lo primero que hay que hacer es exponer tus almohadas a los rayos del sol los martes y sábados. También deberás repetir un mantra al momento de cambiar la funda de las mismas. “Trasmuto toda energía negativa”, son las palabras a decir en voz alta, acompañando de tres golpes en el objeto.
Otra recomendación es realizar un acto de purificación con la ayuda de un incienso. Al momento de encenderlo, hay que repetir: "Limpio completamente la energía de mi cama, que toda la mala energía se vaya y me permita encontrar la paz". Y para finalizar la lista, tenemos la opción de colocar una amatista debajo de la almohada para absorber las malas energías.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!