Las bajas temperaturas pueden ser muy peligrosas para la salud de las personas, pero también para integridad de los objetos. Y los autos, que pasan la mayor parte del tiempo en el exterior, no están exentos de estos riesgos, ya que las fuertes heladas que suceden durante la madrugada pueden dañar sus mecanismos.
En muchos hogares no se cuenta con una cochera cerrada para resguardar el auto, y este termina pasando la noche en el exterior, sometido a las temperaturas más bajas del día. Esto puede ocasionar daños en los engranajes y congelar algunos sistemas, que después significarán costosas reparaciones, por lo que mejor es prevenir.
En el caso de que el vehículo tenga que pasar la noche en el exterior o en un garaje que no esté cubierto, y sabiendo que será una noche de bajas temperaturas, lo mejor será cubrir el auto con una lona. Al ser demasiado grande, a veces al menos una manta que cubra el capot para proteger el motor y las partes más sensibles.
Dejar levantados los limpiaparabrisas, o bien colocar una tela entre los mismos y el vidrio, para evitar que la goma quede pegada. El riesgo es que al accionarlos, al estar pegados se rompan o rajen el parabrisas.
Controlar el líquido refrigerante, ya que su función es justamente proteger al motor del congelamiento. Este con el paso del tiempo se irá reduciendo y perdiendo propiedades, por lo que es necesario renovarlo. También revisar la batería, ya que es la parte del auto que más sufre las inclemencias de la baja temperatura.
Es la parte que más sufre las inclemencias del clima.
Un clásico
Algo que solían hacer nuestros padres y abuelos y sigue surtiendo efecto al día de hoy, a pesar de que la mecánica de los autos ha cambiado mucho, es arrancar el motor y dejarlo encendido durante algunos minutos para que se caliente todo el sistema hasta alcanzar la temperatura adecuada para su funcionamiento.
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