El té de lavanda se ha convertido en una de las infusiones preferidas para quienes buscan una alternativa sana para calmar la ansiedad, bajar los niveles de estrés y mejorar la calidad del sueño. Esto debido a sus enormes propiedades relajantes.
Esta infusión también se está empleando para aliviar tensiones musculares, dolores de cabeza y neutrales, además de malestares gástricos. Eso sí, los expertos recomiendan consumir con moderación el té de lavanda, siempre consultando a un profesional de la salud.
El té de lavanda ha comenzado a usarse como un útil complemento en tratamientos para la ansiedad y la depresión. Se ha hecho preciado por su agradable sabor y su armonioso aroma que lo hacen ideal para brindarnos la sensación de calma.
El té de lavanda ha comenzado a usarse como un útil complemento en tratamientos para la ansiedad y la depresión.
Hay que tener en cuenta que, para prepararlo, debemos escoger variedades de lavanda comestible, como la inglesa o el lavandín, evitando las que tienen aromas muy fuertes que pueden resultar desagradables. Los expertos recomiendan solo consumir una taza al día.
¿Cómo hacerlo?
Para su preparación, necesitamos usar flores de lavanda secas, disponibles en tiendas de productos naturales o podemos secar una en casa. Luego, se calientan dos tazas de agua y se coloca una cucharada de flores de lavanda secas en una tetera o un infusor, siempre teniendo cuidado con la cantidad que se usa.
Una vez que haya hervido, dejamos reposar entre 5 a 10 minutos. Si no usamos un infusor, debemos retirar las flores con un colador. Se puede endulzar con miel o limón para darle un toque adicional. A partir de allí, solo queda aprovechar sus propiedades relajantes.
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