El tiempo es dinero y más aún en los tiempos que corren. Por eso, una actividad a primera vista tan simple como elegir la ropa para vestir en la jornada, no debe demandar más del tiempo necesario, y para eso será fundamental tener el armario y los cajones bien ordenados.
Lo fundamental es, antes que nada, no dejar a mano prendas de vestir que no se vayan a utilizar, como ropa de abrigo en verano y viceversa. Dejar en el armario solo aquello que será utilizado, y lo demás poner en cajas o valijas hasta el cambio de temporada.
Una vez definida la ropa que se usará en la temporada es momento de definir cuál ira colgada y cual se doblará en los cajones. Las camisetas básicas, por ejemplo, así como pantalones de jean, se pueden doblar. Las camisas, camperas y abrigos se colocan en perchas.
No perder el tiempo buscando.
Siempre hay prendas que se usan más que otras, por su comodidad, o porque simplemente todas las personas tenemos nuestras favoritas. Esas, deberán quedar en el lugar más accesible posible, para no perder el tiempo buscando.
Fuera del armario
Un infaltable es el cajón para la ropa interior. Otra prenda de vestir esencial que no puede queda en cualquier lado y tiene que estar siempre a mano. En el caso de no contar con suficiente espacio en el armario, una buena opción práctica es utiliza una valija que se puede colocar debajo de la cama.
Un pechero clásico o un gancho detrás de la puerta puede servir para colgar accesorios como cinturones y carteras. Y así despejar el espacio que podrían estar ocupando estos objetos en perchas o cajones.
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