Muchas personas a nivel mundial tienen déficit de vitamina D y no lo sabe. Se estima que en algunas regiones del mundo, esa cifra alcanza el 72 por ciento mientras que en Europa se ubica en torno al 50 por ciento.
La vitamina D es un micronutriente que es complicado de incorporar a través de la dieta. Si bien los pescados grasos como salmón, caballa o sardina, carnes como la ternera, la yema de huevo o productos lácteos fortificados lo contienen, a veces no se consume la cantidad adecuada para que el organismo logre obtener la dosis recomendada.
Incluso, puede darse la circunstancia de que haya que recurrir a la suplementación de vitamina D para garantizar los niveles necesarios para un correcto funcionamiento del organismo.
“Lo primero que hay que tener en cuenta para tomar vitamina D es saber si tenemos déficit o no. Una vez conocemos nuestros niveles, es cuando nos podemos plantear, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, recurrir a los suplementos”, explica al sitio “Men’s Health” Roberto Oliver Bolívar, nutricionista clínico y experto en nutrición deportiva de alto rendimiento.
“Lo primero que hay que tener en cuenta para tomar vitamina D es saber si tenemos déficit o no".
“Normalmente, la carencia de vitamina D está más asociada al invierno porque hay menos exposición al sol, y es una época en la que hay más virus y bacterias resistentes por lo que se hace más necesaria para mejorar nuestras defensa. Por decirlo de alguna manera, este micronutriente es el capataz del sistema inmunitario”, dice el experto.
Oliver también hace énfasis que si bien la vitamina D es vital para un correcto funcionamiento del sistema inmune, también interviene en otros procesos igualmente relevantes. “Ayuda a equilibrar y mantener la salud ósea, favorece la recuperación del tejido muscular, es básica para la síntesis de proteína y por lo tanto para el desarrollo muscular, y tiene capacidad antioxidante al modular los factores de envejecimiento externo, como son los radicales libres. Además, está asociada a la salud celular e indirectamente favorece la generación de ATP, molécula que aporta energía a casi todos los procesos metabólicos”.
Cuál es la dosis recomendada de vitamina D
La cantidad de vitamina D que una persona necesita por día depende principalmente de su edad. Los adultos hasta 70 años necesitan 600 UI y a partir de esa edad es recomendable 800 UI, porque el sistema inmunitario va perdiendo eficacia y, además, porque algunas personas mayores pueden tener más dificultad para exponerse a la luz del sol.
Por otro lado, no sólo es importante saber que se necesita tomar más vitamina D, sino también cómo tomarla y en este sentido es un mineral, el magnesio, y una vitamina, la K2, son indispensables para que su acción sea efectiva.
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