La presencia de virus y bacterias suele ser una preocupación en nuestro hogar. Es que esto provoca enfermedades e infecciones, lo que nos exige a mantener todos los espacios de nuestra casa constantemente limpios. Sin embargo, hay un elemento que todos utilizamos seguido muy difícil de desinfectar: las almohadas.
Al realizar una limpieza general, todos hacemos énfasis en el baño, ya que el inodoro o fregadero es foco de acumulación de muchas bacterias. Lo bueno es que existen muchas fórmulas para desinfectar estos espacios, ya sea con mezclas caseras o productos químicos industriales. Pero con las almohadas, hay que tener un cuidado especial.
Lo que pocos saben es que este elemento acumula mucha más suciedad que estos espacios. En comparación con el inodoro, las fundas puede acumular hasta 17.400 veces más de bacterias, lo que equivale a un total de aproximadamente 3 millones de estos patógenos. Así lo confirma un estudio realizado por el National Human Genome Research Institute.
En comparación con el inodoro, las fundas puede acumular hasta 17.400 veces más de bacterias.
Una de las más peligrosas es el Staphylococcus aureus, bacteria que se encuentra en la piel y en la nariz y que queda impregnada en nuestras almohadas, provocando así neumonía, afecciones dermatológicas o enfermedades en el tracto urinario. Ante ello, es necesario realizar una limpieza profunda de la misma. ¿Cómo hacerlo?
Lo recomendable es lavar tus almohadas con sus respectivas fundas por semana a una temperatura de entre 55 y 65 grados. Otro consejo es secarlas a la intemperie porque el sol mata estos microogranismos. Para finalizar, cabe resaltar que cada tres meses, habrá que realizar una limpieza aún más profunda para eliminar estas bacterias.
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