Los libros resisten el paso del tiempo y siguen siendo un testimonio fundamental de la historia de la humanidad. A través de los años, estos elementos no solo han resistido los cambios más rotundos que experimentó el planeta, sino que además conservaron gran parte de los conocimientos en los que se construye la sociedad de hoy en día.
Cada vez que un nuevo medio de comunicación surgía, ya sea la radio, la televisión, la prensa escrita y ni hablar con internet y las redes sociales, se vaticinaba la desaparición de los libros como soporte de datos e información. Sin embargo, siguen poblando las bibliotecas en casas y establecimientos públicos.
De todos modos, ya no tienen el mismo rol que antes, en especial en el hogar. Si bien es cierto que los libros de literatura, ya sean de cuentos y novelas, siempre serán un elemento al cual recurrir y por lo tanto necesitarán un cuidado y preservación adecuado, otros libros van quedando obsoletos con el paso del tiempo.
Van quedando obsoletos.
Así, manuales, enciclopedias y otras encuadernaciones terminan siendo una molestia en el hogar, por lo que habrá que buscar la forma más ecológica de deshacerse de ellos. Por supuesto, el primer paso será buscar alguien más a quien le sea útil, puede ser un amigo o alguna institución pública a la que se puedan donar esos libros que ya no se consultan en el hogar.
Vistoso decorado
Pero así y todo quedarán algunos libros que ya no cumplen su función original, así que pueden pasar a ser parte del decorado sin culpa. Por ejemplo, haciendo unas vistosas repisas, utilizando ménsulas y un libro como base. También se pueden utilizar dos libros abiertos, en noventa grados, enfrentados, para hacer macetas.
Algo muy común y que nunca pasa de moda, es cortar un hueco en las hojas del libro para crear un pequeño y vistoso baúl o alhajero, que lucirá muy bien sobre la mesa de luz o decorando cualquier espacio de la casa.
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