La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) ha lanzado algunas recomendaciones para combatir las crecientes amenazas en materia de ciberseguridad. Una de las mismas es muy sencilla y puede traer grandes beneficios.
De acuerdo a lo que se comentó desde la NSA, una forma de evitar ataques de ciberseguridad es apagar y volver a encender el smartphone al menos una vez a la semana. Si bien es una acción que aparenta ser insignificante, es muy importante.
El fundamento detrás de esta acción tiene que ver con la interrupción de cualquier flujo de información que hace un gran aporte a la ciberseguridad de nuestros dispositivos. Al cortarse este flujo, se evita que los ciberdelincuentes puedan acceder a través de fallas aún no descubiertas en el móvil.
La explicación
Al reiniciar el dispositivo al menos una vez a la semana, se destruyen conexiones establecidas por posibles ataques. De este modo, los usuarios pueden añadir una capa más de ciberseguridad para proteger su información.
Al reiniciar el dispositivo al menos una vez a la semana, se destruyen conexiones establecidas por posibles ataques.
De acuerdo a la NSA, no hay que permitir que el smartphone permanezca encendido por más de 168 horas. A su vez, también se fomenta el uso de la biometría. Es decir, el reconocimiento facial y las huellas dactilares.
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